jueves, 29 de diciembre de 2011

El empleo y la discapacidad en un sistema de mercado: ¿Solución o placebo?


(Ed. Diario Progresista, 29 de diciembre de 2011)

“Que tenga discapacidad, pero que no se note”. Esta sincera y clarificadora frase fue la que un empresario soltó a la Promotora Laboral de una Federación de personas con discapacidad. Ante esto, yo solamente puedo decir: Gracias por su sinceridad y buenos días. Os diré el motivo.

Hay dos cosas que yo aprecio por encima de todo: La sinceridad y la coherencia. En el tema del empleo y la discapacidad, (bien por inocencia, bien por mala fe), no veo ninguna de estas dos cosas. No se puede hacer cuadrar el círculo. Me explico.

Ya en mis tiempos de facultad me enseñaron que la empresa es una organización jerárquica, piramidal cuyo objetivo era uno y solamente uno: Conseguir dinero de la manera más eficaz e eficiente posible. Esto, dentro de un sistema de mercado, quiere decir que solamente aquella persona más cualificada y preparada podrá optar a un puesto de trabajo. Bien, veamos como está el colectivo de personas con discapacidad, según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística).

Si empezamos mirando nuestro nivel de educación. Así vemos que un 9,9% de personas con discapacidad son analfabetas y solamente un 11,6% tenemos estudios superiores. Esto ocurre, en un mercado de trabajo donde se exige un altísimo grado de formación, máxime si hablamos de discapacidad física de alta grado, que requiere más alto grado de formación para optar a puestos con un perfil más intelectual.

Continuamos con las cifras de empleo donde, lógicamente, la tasa de paro de las personas con discapacidad es muy superior, (tres puntos mayor), a la de personas sin discapacidad.

Después de observar estos datos, tenemos que oír en boca de la derecha mediática y política, e incluso de algún representante del colectivo, cosas como: “Basta de tener un colectivo subvencionado” ó “Más empleo y menos subvenciones”. Por otro lado, si nos fijamos en las medidas de los Gobierno del P.P. respecto a la discapacidad, todas están basadas en el empleo.

Todas esas medidas están muy bien señores, en el papel. La realidad, como hemos visto, es otra. Lo siento señoras y señores, por mucho que ustedes intenten pintar el sistema de mercado como algo amable y solidario donde cabemos todos y todas en hermandad y fraternidad, la realidad es la que es, la lógica del mercado es la que es y la discapacidad se nota.

Por lo tanto, por mucho que les duela a ustedes, si quieren conservar el sistema de mercado, (que por otro lado es el único que ha funcionado hasta ahora históricamente), tienen tres opciones:

1ª.- El genocidio sistemático de toda persona que no llegue a los niveles de productividad que ustedes exigen.

2ª.- La condenada a la pobreza y marginalidad de toda persona que no llegue a los niveles de productividad que ustedes exigen.

3ª.- Continuar combinando las políticas de sensibilización y creación de empleo, con las políticas sociales.

Vamos a ver, analicemos, hagamos de “mentalistas”:
¿La tercera opción? ¡Por favor!, ¡ni que fueran socialistas!, ¡ni hablar!
La primera opción, es la que una minoría de ustedes escogería, pero…. No, no, muy impopular, hay gente entre ustedes que tiene conciencia y además todavía se vota y queda mal, no compensa.

La segunda, la segunda les convence más, ¿me equivoco? ¡Ah!, eso si, “pero que no se note”.

Víctor Villar Epifanio

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