miércoles, 17 de agosto de 2011

Aproximación al modelo social de discapacidad: aportaciones y críticas



Hace unos años, yo participé en el Foro de Vida Independiente. Me equivoqué y ahora os voy a decir porque.

Movimientos como este están ligados a nuevas teorías como el Modelo Social de la Discapacidad. Posiblemente, el M.V.I. (Movimiento de Vida Independiente), no reconozca esta identificación tan directa con este modelo, ya que las personas que actúan como portavoces del mismo huyen de cualquier clasificación política o sociopolítica; pero si analizamos los principios de este modelo, vemos que coinciden perfectamente con la filosofía del M.V.I.

Para realizar dicho análisis, vamos a partir de una conferencia que pronunció hace años Miguel Ángel Verdugo Alonso, Profesor de la USAL y creador del INICO (Instituto Universitario de Integración en la Comunidad). Así mismo, el profesor Verdugo se ha basado en textos de varios teóricos de la discapacidad como L. Barton, R. Imrie, S. Linton, etc, etc…

Primeramente, pasaremos a analizar los principios de este Modelo. Seguidamente, pasaremos a ver las críticas que hace el profesor Verdugo. Y por último, daré mi opinión, dejando el texto abierto.

El primer principio del Modelo Social, es el de considerar la discapacidad como una construcción social. Esta teoría, (al igual que la teoría queer hace con el género en el colectivo LGTB), niega el propio concepto de discapacidad, viéndolo como una construcción social.

El segundo principio, es el de exclusividad investigadora de las propias personas con discapacidad. Según este principio, solamente las personas con discapacidad pueden investigar sobre este tema. Ninguna otra persona, profesional o no, está autorizada a hablar del tema.

El tercer principio, es el que dice que hay que atacar todo tipo de barreras, tanto las arquitectónicas, como las sociales y actitudinales.

El cuarto principio, es el que dice que toda investigación debe perseguir la emancipación de las personas con discapacidad. Este principio, niega la utilidad de toda investigación médica o asistencial.

El cuarto principio, es ver la discapacidad exclusivamente desde una perspectiva ambiental. Las personas seguidoras de esta teoría piensan que toda investigación sobre discapacidad se deberá hacer desde lo que las y los profesionales y estudiosos de la educación y la psicología llamaríamos un paradigma social, en el cual se da importancia al entorno social casi exclusivamente, dependiendo del modelo concreto.



El quinto principio, pone de manifiesto la necesidad de crear una comunidad de personas con discapacidad. Se trataría de buscar la unión de las personas con discapacidad, utilizando como base la situación en la que viven.

Relacionado con esto último, el sexto y séptimo principios serían: La importancia dada a la relación entre cuerpo y poder y la comparación con otros grupos minoritarios, como grupos oprimidos. Dos conceptos muy relacionados con la bioética, biopolítica y el biopoder.

El octavo de los principios, sería aquel que dice que las y los profesionales deben depender de las personas con discapacidad y no al contrario. De este modo, enfatiza el papel activo de la persona con discapacidad.

Por último, decir que este modelo tiene un submodelo llamado “Modelo del grupo minoritario”, que enfatiza en la discriminación institucional.

Una vez introducido el modelo, pasemos ahora a las críticas que le hace el profesor Verdugo.

La primera de sus críticas, se refiere a que es una teoría en construcción, una teoría que aún no está definida y que por ese motivo incurre en contradicciones.

La segunda de sus críticas, dice que se hace referencia a argumentos emocionales, poco académicos y por lo tanto subjetivos.

La tercera de sus críticas, dice que es un modelo reduccionista, ya que reduce las personas con discapacidad a un tipo de personas y discapacidades muy concretas. Personas con un cierto nivel cultural y de independencia.

También, habla Verdugo de un solipsismo científico, ya que reduce al ser humano a una sola de sus facetas, la faceta social. El profesor Verdugo se decanta más por un modelo psicobiosocial (que cuenta con aspectos psicológicos, biológicos y sociales de Ser Humano). Así mismo, dice que por eso mismo ataca a los otros modelos descalificándolos de principio.

Una vez analizados los principios de modelo y la postura de uno de los grandes investigadores de la materia en este país sobre él. Voy a dar mi humilde opinión.

Primeramente, diré que este modelo en mi opinión, es un modelo que en política social podríamos llamar, “movimiento de salón”, ya que se aleja completamente de la realidad social del colectivo. Dicho es términos marxistas o sociopolíticos: es como si Marx y Engels no se hubiesen basado en la situación del proletariado para hacer y difundir sus escritos. Es algo que sale de la mente de varios teóricos, pero que nada tiene que ver con la mayoría del colectivo, cuyas necesidades son muy distintas.

Por supuesto que estoy de acuerdo con su visión en pro de los derechos civiles, pero yo soy consciente, debido a mis 15 años de experiencia en el asociacionismo, que la realidad en el sector, como ya he dicho en otro artículo es muy diferente. Las asociaciones trabajan para sobrevivir y dar los servicios que debería dar la administración. Este modelo, no habla de la obligación de la administración de dar servicios públicos.

Otra crítica que hago yo a este modelo, con la que estoy de acuerdo con Verdugo, es que es un modelo elitista. Este modelo se basa en personas con discapacidad conscientes, cultas e inteligentes. Pero, pero yo soy consciente de que yo no soy único en el mundo y la realidad de las personas con discapacidad es mucho más cruda que la mía o la de esos teóricos. Recordemos, que casi un 10% de personas con discapacidad en este país es analfabeta y más de un 40% no tiene estudios secundarios. Eso, unido a situaciones económicas precarias y altos grados de discapacidad, lleva a que solamente sea posible para una minoría. Si a esto unimos que apenas se habla de coberturas sociales, deja a una mayoría de personas con discapacidad desamparadas en pro de una “vida independiente”, sin apenas tratar los derechos sociales.

Yo también creo que hay una contradicción al intentar investigar algo que se niega. Pero yo hago una lectura más psicosocial que el profesor Verdugo. Creo, que dado que la mayoría de los teóricos que siguen esta teoría tienen una discapacidad sobrevenida, en el fondo están negando la discapacidad para superar sus problemas de aceptación. De este modo, hacen una teoría “a su medida”, sin pensar en la mayoría.

Lo dicho anteriormente, hace imposible el principio de “comunidad de personas con discapacidad”. Si no se piensa en la mayoría de colectivo, no se puede hablar de unidad del colectivo.

Todo esto me hace decir que es un modelo profundamente ANTIsocial.

Víctor Villar Epifanio.


miércoles, 3 de agosto de 2011

Política española: Un rompecabezas con piezas equivocadas



(Ed. Eco Republicano, 1 de Agosto de 2011)

Ya hablé en otro artículo anterior del complejo de inferioridad de la izquierda española. De ese miedo atávico de la tradición liberal, (en el buen sentido de la palabra liberal), a mostrarse en un país de tradición católica y apegado a conceptos del Antiguo Régimen, en su sentido histórico.

Pues bien, a partir de la transición esto se ha tradujo en el famoso “café para todos”. Se trató buscar una salida a este “laberinto español” con una solución que no contentaba a nadie. A saber: Una Jefatura de Estado no democrática e impuesta por un dictador, una organización territorial que es una organización federal mal planteada y con otro nombre, una Ley de Amnistía, etc, etc…. En fin, un quiero y no puedo.

Más tarde llegaron la “normalización y “modernización” políticas, lo cual nos trajo una mayor desorientación política. Intentamos ser una democracia adulta sin haber interiorizado debidamente los principios básicos de la democracia moderna. Hemos pasado del Antiguo Régimen, al modelo bipartidista norteamericano, sin pasar por asimilar hitos históricos como la Ilustración o la Revolución Francesa. Lejos de hacer esto último, rescatamos y exaltamos figuras ultraconservadoras como el Cura Merino, como símbolo de las tradiciones del Antiguo Régimen frente al “invasor francés”.

Todo este “cacao mental” nos ha llevado a raro sistema de partidos. Me explico.

Al intentar abrazar el bipartidismo, lo que hacemos es acumular en dos Partidos varias ideologías. Esto provoca una esquizofrenia política, ya se sabe, quien mucho abarca…..

Por un lado, la derecha tiene que meter en ese cajón desastre llamado P.P. a:

- El “voto útil” del franquismo.
- El “voto útil” de grupos neofascistas.
- El “voto útil” de monárquicos/as tradicionalistas.
- El voto del “Tea Party” español.
- El voto de la derecha moderada.
- Y el de la gente que vota sin ningún criterio ideológico.

Por otro lado, el PSOE se está convirtiendo en otro cajón desastre en el que se junta:

- El “voto útil” de troskistas y marxistas-leninistas.
- El voto del republicanismo de izquierdas.
- El voto del juncarlismo progresista.
- El voto socialista de toda la vida.
- El voto de la derecha moderada.
- Y el voto de la gente que vota sin criterio ideológico.

¡Ah! Se me olvidaba, en medio de estos dos “camarotes de los hermanos Marx” , surgen partidos populistas que ocultan una ideología de tinte ultraderechista, al más puro estilo “Silvio Berlusconi”.

Todo esto, provoca batallas campales dentro de los partidos y una confusión y desencanto tremendos en el electorado.

¡Qué tiempos aquellos! Aquellos tiempos en los que los/as socialistas éramos socialistas, los/as comunistas eran comunistas, los/as fascistas eran fascistas, los/as monárquicos y tradicionalistas eran monárquicos y tradicionalistas, etc, etc…. Y sobretodo, la democracia era eso, DEMOCRACIA.

La convivencia democrática no es la falta de ideología, sino la convivencia pacífica entre varias ideologías. Esto es posible, claro está, siempre que todos los partidos aceptemos las reglas del juego y ninguno tenga como base ideológica la desaparición de los demás. En tal caso, ese partido es incompatible con el sistema, así de simple.


Víctor Villar Epifanio.